· El artista donó tres piezas al acervo del Museo del Barro.
· La exposición Ventanas para Metepec estará 12 días más.
Metepec, Estado de México, 19 de agosto de 2015.- En el imaginario colectivo, el arte y la ciencia parecieran estar colocadas en lados opuestos; sin embargo, para el artista plástico Pablo Weisz Carrington, estas dos ramas pueden tener un punto de encuentro desde la perspectiva surrealista, pues los descubrimientos de la ciencia, al romper con lo que ya es conocido, se aproximan a la fantasía.
Pese a que desde su infancia tuvo contacto con las bellas artes, por su madre la escultora, pintora y escritora inglesa Leonora Carrington, Pablo Weisz también mostró preferencia por la ciencia, inclinación que lo llevó a desarrollarse profesionalmente como médico patólogo durante más de 30 años.
Para él la ciencia tiene contribuciones que se asemejan al mundo surrealista que crea en sus obras. “La ciencia se está volviendo casi una cosa de sueño, de imaginación, por conceptos que van más allá de lo conocido, por ejemplo los múltiples universos o los planetas que pueden tener vida”, expresó el artista cuya trayectoria supera los 50 años.
Aunque a la exposición le quedan 12 días más en el Museo del Barro, Pablo Weisz dejará un legado permanente en Metepec, pues donó dos jarrones que hizo en el municipio y un cuadro titulado La extracción, donde un individuo en un barco aéreo trata de sacar a un personaje de las profundidades de la tierra.
Weisz Carrington inauguró a principios de agosto la exposición Ventanas para Metepec, conformada por 51 obras que conjugan esculturas y pinturas que tienen como punto de partida un paisaje desértico y personajes surrealistas.
Actualmente el maestro y científico radica en Richmond, Virginia, donde continúa con su trabajo creativo.
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