Pueblo Mágico de Metepec, Estado de México, 12 de noviembre del 2013. En el Estado de México, cada año se registran 150 accidentes ofídicos (mordeduras de serpientes), principalmente relacionados con siete especies de víboras de cascabel, por lo que el gobierno municipal de Metepec llevó a cabo un curso de capacitación sobre prevención y tratamiento dirigido a paramédicos y personal operativo del área de Parques y Jardines de la comuna.
En Metepec lo casos de mordeduras de serpientes ocurren a vecinos que se dedican a labores del campo, por lo que la administración local gestionó que un especialista en el manejo de dichas especies impartiera esta asesoría, informó la directora de Medio Ambiente de la localidad, Lucy Adriana Álvarez Medina.
La capacitación corrió a cargo del responsable del herpetario Reptilium, del zoológico de Zacango, Agustín Álvarez Trillo, quien recordó que México es el segundo país con mayor diversidad de reptiles en el mundo, con 842 especies, sólo después de Australia, que tiene al menos 880.
Las víboras de cascabel tienen en el país la categoría de especie protegida. En Metepec, la más común es la cascabel pigmea de bosque, que mide en promedio 45 centímetros de longitud y está considerada en peligro de extinción, por lo que el especialista instó a quienes tengan encuentros con estas serpientes dar aviso a las autoridades y, sobre todo, no intentar atraparlas ni atacarlas, ya es precisamente al defenderse cuando pueden morder.
La interacción humana con las víboras de cascabel en terrenos que fueron su hábitat es un asunto ambiental y también de salud pública, agregó el especialista, quien destacó que únicamente 50 por ciento de los accidentes ofídicos producen envenenamiento; de éstos, 2.5 por ciento llevan a la muerte, mientras que otros dejan secuelas físicas.
El veneno de las serpientes contiene 60 mil proteínas y enzimas que inmovilizan a las presas y facilitan su digestión. Los cuatro tipos principales de veneno son citotómico (ataca los tejidos), neurotóxico (el sistema nervioso), hemotóxico (actúa en la sangre) y cardiotóxico (daña el corazón).
Agustín Álvarez recordó que en caso de ser mordido, es imprescindible mantener la calma, dar aviso inmediato a las autoridades de salud y tomar asiento tranquilamente, ya que así se evitará que el veneno se disperse más rápido, además de que debe retirarse todo lo que genere presión (anillos, pulseras, zapatos o cinturón).