Pueblo Mágico de Metepec, Estado de México; 2 de septiembre de 2013. En el marco de la inclusión de Metepec en la iniciativa Ciudades más Seguras del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, ONU-Hábitat, el Ayuntamiento ha iniciado una serie de acciones para disminuir los índices de violencia y criminalidad, las cuales ponen énfasis en la corresponsabilidad gobierno-sociedad en la atención de las causas multidimensionales del fenómeno, tales como la polarización y la exclusión social, el crecimiento explosivo y desigual de las ciudades y las circunstancias de déficit afectivo, fácil acceso a sustancias nocivas y desocupación que viven actualmente niños y jóvenes.
Junto con otros 14 municipios mexicanos, Metepec fue seleccionado para participar en el programa Ciudades Más Seguras, cuyos objetivos son aumentar las capacidades de la comunidad para contener la inseguridad urbana y contribuir al establecimiento de una cultura de la prevención.
Desde el inicio de su administración, la alcaldesa Carolina Monroy del Mazo ha definido como líneas de acción en materia de seguridad la generación de condiciones que permitan fomentar la cohesión social; elevar la calidad de vida de las familias; proporcionar a niños y jóvenes opciones de educación, trabajo y uso del tiempo libre, y mejorar el entorno en el que la comunidad convive.
La criminalidad, ha señalado la alcaldesa, no sólo debe enfrentarse con una lógica policiaca de persecución de los delitos, sino que es necesario acentuar el enfoque preventivo, con la participación decidida de la sociedad a partir de valores como la honestidad, la responsabilidad y el respeto, pues la sola acción del gobierno no es suficiente.
Para conocer las causas precisas de la violencia y la delincuencia en las zonas más conflictivas del municipio, así como sus características específicas y los recursos comunitarios con que se cuenta para enfrentarla, se inició un proceso de diagnóstico en Infonavit San Francisco, La Pila, la unidad habitacional Andrés Molina Enríquez y San Jerónimo Chicahualco, labor que posteriormente se extenderá a toda la demarcación.
Para ello, servidores públicos de la administración municipal, autoridades auxiliares y representantes de la sociedad civil organizada participaron en el Taller de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, impartido por especialistas del Centro de Seguridad Urbana y Prevención.
Francisco Robles Berlanga, consultor del Centro, expuso que la delincuencia es resultado de una conformación social desigual, excluyente y sin control institucional, y representa un gran desafío para el desarrollo sostenible de las ciudades, ya que tiene un impacto severo en el bienestar de la comunidad, cuestiona la gobernabilidad, desalienta la formación de ciudadanía, limita el ejercicio de los derechos humanos y promueve prácticas antidemocráticas.
La estrategia para dar una solución eficaz al problema, señaló Robles Berlanga, debe ser la articulación y la integralidad de las acciones de política social y urbana en torno de la seguridad, la promoción del diálogo social, el impulso a la cultura de la paz y la legalidad y el reconocimiento de la diversidad social como un activo principal de la ciudad.
Es indispensable, dijo, involucrar a las y los ciudadanos en el diseño, implementación y operación de las políticas públicas y generar una estrategia colectiva de cohesión, convivencia y seguridad, ya que experiencias mundiales nos enseñan que a mayor comunidad, menor violencia y criminalidad.