**Llama el escritor a no satanizar las nuevas tecnologías
Metepec, Estado de México, 9 de octubre de 2015.- “Todo gran libro acaba por cambiar la vida del lector", destacó el ensayista, escritor y narrador Gonzalo Celorio en su conferencia Somos lo que leemos en el marco del Festival Quimera.
Realizada en el ex Convento Franciscano de San Juan Bautista, en su conferencia magistral Celorio recordó los cinco libros que transformaron su vida: La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca; Demian, de Hermann Hesse; La metamorfosis, de Franz Kanka; Rayuela, de Julio Cortázar; y Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
“Soy lo que soy porque leí tales y cuáles libros y todo gran libro acaba por cambiar la vida del lector", puntualizó el miembro de las academias Mexicana y Cubana de la Lengua.
Entre el diálogo con los asistentes a su conferencia, Celorio comentó que para fomentar la lectura en México se debe eliminar su carácter obligatorio.
“Somos un país con un índice de analfabetismo funcional muy alto y lamentable, justamente por eso hay que trabajar para infundir un ánimo de lectura, que no se considere como una tarea obligatoria, que se vea como la oportunidad portentosa de liberar la imaginación con la sensibilidad de crear cultura”, expresó el autor.
Autor 10 ensayos y de las novelas Amor Propio, Y retiemble en sus centros la tierra, Tres lindas cubanas y Entre el metal y la escoria, Celorio recordó que cuando acabó la primaria trabajó en la compañía de contabilidad de su hermano Benito para obtener dinero y poder comprar un libro.
“Gané mi primer sueldo con ese trabajo y lo primero que hice fue comprar mi libro de español de primero de secundaria, porque ya estaba harto de tachar el nombre de mi hermano anterior y quería poner yo mi nombre”, narró Celorio, quien entre risas relató que fueron 12 hijos los que tuvieron sus padres y que los libros eran casi las únicas posiciones de cada uno.
Respecto al papel que juegan las nuevas tecnologías en la promoción de la lectura y la escritura, Celorio indicó que así se puede llegar a más público y que lo importante es la difusión del discurso más allá del medio.
“La comunicación está por arriba de la escritura, el lenguaje escrito no es mas que una convención del lenguaje oral, no hay que satanizar a las nuevas tecnologías, es una manera de escribir, la gente está escribiendo, es la recuperación de una escritura y aunque sea sintética está bien”, puntualizó el autor, cuyas obras han sido traducidas a idiomas como el portugués, español, inglés, francés, italiano y griego.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México la población alfabeta de 18 años y más lee en promedio casi cuatro libros al año, situación que lamentó Celorio, quien dijo que en la niñez se debe trabajar para que vean en la lectura una actividad exquisita.
"Es importante que los niños no vean como un fastidio a la lectura, sino como una oportunidad portentosa de liberar la imaginación con la sensibilidad de crear la cultura, de poder viajar a otros países y a otros tiempos sin necesidad de despegarse de la silla donde uno está leyendo”, mencionó Celorio.
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