Chávez Maya platicó ante los asistentes que él toda su vida ha tenido presente al bar 2 de Abril, y que de pequeño, se tenía que asomar por debajo de las puertas de bandera del establecimiento, para ver si reconocía los zapatos de su papá, para entonces, llamarle. Ahora, en ese mismo lugar, presenta una de sus obras, que constituye un rescate de un fragmento de la vida popular de la capital del país, por presentar escenas que se desarrollan en esos lugares que si bien son públicos, sólo admitían a los hombres, y eso sí, mayores de edad.
Este lugar siempre ha estado en los recuerdos del escritor que ahora, es el escogido para presentar un libro que se realizó por invitación del CONACULTA, el Consejo Nacional para la Cultura y Las Artes, y ahora fue el escenario para albergar a hombres y mujeres, jóvenes y mayores, cuyo fin era disfrutar de la lectura de fragmentos del libro Contra las muchas Penas, bares y cantinas de la Ciudad de México.
En el libro hay textos que vienen de una treintena de autores, que hicieron crónicas, poemas, todo alrededor de las cantinas, de autores conocidos. Para acentuar esto que les estoy comentando, dijo Marco Aurelio, cito: "La ciudad es bastante capaz de torturar a su gente, con sus manifestaciones, con sus arrebatos plañideros del tránsito, con sus veleidades de las obras urbanas, con su arsenal azaroso, mortal o sangriento, o simplemente indignante de la delincuencia, la ciudad castiga a sus ciudadanos en las calles, pero los amamanta en las cantinas".
La cantina es una de las instituciones sociales más nobles y generosas de cuantas existen o han existido, pues permiten la convivencia, o por lo menos la supervivencia, Cuando leo a Efraín Huerta y su poema declaración de amor, donde dice, mi Gran Ciudad de México, el fondo de tu sexo es un criadero de claras fortalezas, siempre quise creer que esas claras fortalezas eran sus cantinas, y por qué no?, la cantina como muralla, como protección contra la ingente realidad del exterior, contra las heridas del día, contra el soberbio latigazo y restallante relámpago del deber.- Convivir en una cantina es conbeber; conbeber es platicar y beber civilizada y amistosamente, mientras se engarzan los recuerdos y las anécdotas, y desfilan las botanas”.