Pueblo Mágico de Metepec, Estado de México; 16 de octubre de 2013. "¿Dónde quedan los autores en el activismo por promover la lectura?", pregunta Juan Domingo Argüelles a los asistentes a la presentación de su libro "La lectura". Elogio del libro y alabanza del placer de leer, en el Centro Cultural El Diezmo, como parte de las actividades del nutrido programa literario de Quimera 2013.
En ocasiones, los escritores quedan al margen de la reflexión sobre la lectura, que sí es atendida por sociólogos, pedagogos o especialistas del lenguaje, pero sólo por algunos autores. Esto impulsó a Juan Domingo Argüelles a incursionar en el fomento de la lectura, tema al que ha dedicado varios títulos, como "¿Qué leen los que no leen?"; "El poder inmaterial de la literatura, la tradición literaria y el hábito de leer"; "Historias de lecturas y lectores", "Los caminos de los que sí leen", y "Del libro, con el libro, por el libro… pero más allá del libro", entre otros.
El libro muestra varias y breves reflexiones que invitan a hacer de la lectura un acto común y no un suceso asombroso; un acto de placer al que, como en el amor, no puede obligarse a nadie a sentir; una compañera infaltable en nuestras rutinas diarias, como la música, asegura quien, a decir de Benjamín Araujo, escritor mexiquenses y presentador del libro, es el más gradne experto en lectura de México.
La Lectura. Elogio del libro… fue ilustrado por Irma Bastida Herrera, quien por este trabajo obtuvo una Manzana de Oro en la XXIV Bienal de Ilustración de Bratislava, Eslovaquia.
Juan Domingo Argüelles planteó al público metepequense que “todos ejercemos la lectura de algún modo, aunque el contexto socioeconómico y cultural se vuelve fundamental para determinar qué se lee”. Expresó también su desconfianza en los índices de lectura de México, pues consideró que los números nos corresponden al número de libros que en realidad se leen.
Además, reparó en que el acceso a la lectura debería ser considerado un derecho humano. Sin embargo, en 2011 la ONU estableció que todos los seres humanos tienen derecho a internet, lo que nunca sucedió en el caso de la lectura.
En hogares y escuelas, nos dice Argüelles, surgen las oportunidades para desarrollar todos los aprendizajes, es ahí donde debe enseñarse con pasión el acto de leer, donde debe contagiarse para formar a los niños con ese hábito. Sin embargo, de no contar con acceso a los libros, o de existir ese hábito en quien enseña, esta formación simplemente será imposible, afirmó el escritor ci¿on la certeza de que “un libro jamás caerá en malas manos”.