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“Esta joven de noventa años tiene Facebook, y está por abrir su twitter, porque cada día está en contacto con el mundo”: Lucía Rivadeneyra.
Pueblo Mágico de Metepec, 19 de octubre de 2013. “En mis poemas y mis libros, casi siempre es lo vivido lo que a mí me interesa. ¿Qué es lo vivido?, lo que vale la pena: el amor, las amistades, también eso de aspirar cada vez a pasar de lo que uno es, a lo que debe ser. Todo esto he tratado de decirlo en la poesía”, señaló Dolores Castro, escritora, poeta, narradora y ensayista, en el homenaje le ofreció Metepec, convertido en capital de la cultura y el arte durante el festival Quimera 2013.
Ante un auditorio conmovido por la palabra profunda de la autora de una de las obras de mayor trascendencia en la literatura nacional, la alcaldesa Carolina Monroy apuntó: “Usted dijo algo que no voy a olvidar nunca: hay que amar la vida y hay que amarla aún después de muertos. Y sí, la vida se hizo para vivirla, en emoción, en alegría, en respeto. A nombre de los vecinos de mi municipio (porque no lo hace sólo Carolina Monroy, yo estoy aquí representando a cada uno de los vecinos de Metepec), le digo gracias por estar, gracias por vivir, gracias por ser. Gracias, maestra”.
En el escenario del Ex Convento Franciscano, en el centro del Pueblo Mágico, con la asistencia de escritores y poetas del país, así como de familiares de la escritora, la presidenta municipal agregó que ofrecer un homenaje a Dolores Castro “es un momento de doble dicha en estos tiempos, sobre todo cuando necesitamos tanto recrear el alma; cuando necesitamos sembrar en el espíritu palabras como las suyas; cuando la sociedad está necesitando un asidero que nos permita salir adelante, ser mejores personas, que nos permita construir la sociedad y la familia que queremos”.
A los nuevos escritores, Dolores Castro les pidió “que ahora que la gente no ama la vida, porque lo que ama es la violencia, que ustedes vean con ojos de amor este mundo, que sí es posible, que primero sueñen con un mundo mejor, que después traten de realizarlo y que escriban para no olvidarlo nunca”.
El homenaje fue realizado por iniciativa de la Escuela de Escritores del Estado de México —que coordina Flor Cecilia Reyes—, en la que Dolores Castro ha formado a varias generaciones de poetas. Participaron también la periodista Lucía Rivadeneyra, y la escritora Margarita Jiménez Urraca.
Desde la publicación de "El corazón transfigurado", en 1949, Dolores Castro ha escrito otros tantos poemarios, entre ellos "La tierra está sonando", "Qué es lo vivido", "No es el amor el vuelo", "Algo le duele al aire" y "Sombra domesticada"; una novela, "La ciudad y el viento", de 1962, así como ensayos y artículos de crítica literaria.
