Jorge Velosa y sus Carrangueros, auténtica expresión regional colombiana en el Festival de Arte y Cultura.
Pueblo Mágico de Metepec, Estado de México; 16 de octubre de 2013. “Somos hablares e historias, copla, canto y poesía, eso es lo que pregonamos, esa es la carranguería, y comenzamos tocando la China que yo tenía…” Así comenzó el concierto ofrecido por Jorge Velosa y los Carrangueros de Ráquira, en el Ex Recinto Ferial de este lugar, donde dictó una verdadera cátedra de la cultura popular de las regiones de Colombia, a través de la música.
Velosa es un exponente de reconocida calidad internacional, que demuestra la fuerza de lo local en el contexto global. Componen y tocan música del campo, pero su labor de rescate cultural goza de tal reconocimiento que ostenta el doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional de Colombia, y se ha presentado en diversos escenarios del mundo, que incluyen el Madison Square Garden.
Para él, el personaje del año, y no sólo de este, sino permanente, es el campesino colombiano, y de sus costumbres y tradiciones recoge lo esencial para plasmarlo en su música.
A manera de introducción, expresó lo que es y cómo surge este género musical: Para todo hay una copla, para el amor, para el desamor, para irse, para los remedios y demás. “Somos los carrangueros de Ráquira, departamento de Boyacá, otros nos dicen simplemente los carrangueros”.
“Carrango es un animal viejito –explicó- que sufre un accidente, o que se ahoga en la laguna, y entonces los campesinos no lo quieren, lo venden por alguna platica (platita), entonces llega el carranguero y lo compra de noche, y le saca el cuero a escondidas y luego se transforma en salsamentarias que exportamos especialmente para México o para Estados Unidos, y es la deliciosa carne que se conoce con otros nombres, made in Colombia”.
Refiere que hace unos 40 años, “unos atrevidos, que entonces teníamos pelo y la misma energía, o puede que un poquito más, estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, Participamos en un concurso que se llama La Vereda, en la Vereda de Quicagota, cerca de la laguna de Fuquén, donde queríamos mostrar algo de nuestra cultura del interior, que se está perdiendo”.
Pertenecemos a una de las seis grandes regiones de Colombia, agregó Velosa, “somos montañeros, y se nos ocurrió atrevidamente ponernos el nombre de carranguero, que viene de Carrango, casi de carramán, para llamar la atención e ir en contravía, casi en contra de todo lo que está mandado. Así nos pusimos los Carrangueros de Ráquira. Todo eso, de entrada llamó la atención. Hicimos un programa de radio que se llamó Canta el Pueblo, la copla bandera del programa expresa lo que sentíamos y seguimos sintiendo, “canta el pueblo porque tiene muchas cosas que cantar, viva el que se echa una canta, viva el canto popular”.
Empezó a coger fuerza el programa y el grupo, “con el tiempo y un palito”, y dos o tres años después empezaron a ser muy conocidas las canciones que componíamos para ese programa, a partir de lo que nosotros habíamos vivido en las diferentes regiones, Santander unos, Cundinamarca otros, en fin, entonces echamos manos de esas melodías, de esas rítmicas, especialmente de esas coplas que empezamos a usar para hacer canciones, que la gente empezó a pedir.
Hicimos una primera grabación que se hizo famosa, la 40 04, echamos mano musicalmente de nuestras crianzas, por ejemplo la Arrancadita, si hay algo representativo del interior, es lo que llamamos el aire, a ritmo de torbellino, por otro lado echamos mano de las rumbas criollas. Dicen que los saben que algunos músicos de Colombia vinieron a Centroamérica en el 900 o algo, pasaron por cuba, se influenciaron de las músicas del caribe, y entre ellas de la rumba española, y luego la adaptaron, para hacer las rumbas criollas, famosas algunas.
Hay otras que son paseíllos lentos, pero hay otras que son paseíllos rápidos, como bailetas, más rápidas, y cuando no era eso, pensamos en la llanura, colombo-venezolana, que tiene mucha influencia en nosotros, la parte de la montaña, especialmente en Boyacá y otros departamentos.
Para dar paso a la música, fueron dando pequeñas pruebas a lo largo de una introducción que duró cerca de quince minutos, pronunció otras rimas, de las que insiste, “hay para todo”: Este patio tan mojao, como si hubiera llovido, son lágrimas de un amante que no fue correspondido; para los males de amor, cataplasmas del olvido, y caricias de de otro amor, pero seguido seguido, hasta calmar el dolor.. “hay cientos, miles de coplas de las que echamos mano para hacer una canción. Para todo hay una canta, para todo, todo, todo, los ojos de mi morena como que tienen veneno, si los miro me hacen daño, si no los miro, me muero… para todo…".
Somos hablares e historias, copla, canto y poesía, eso es lo que pregonamos, esa es la carranguería, y comenzamos tocando la China que yo tenía…
Una excelente noticias con respecto a este grupo, es que tiene una presentación más dentro de Quimera 2013, y será el viernes próximo en la Plaza Juárez, del centro de Metepec, donde estará con Lucía Pulido, presentando el espectáculo Coplas y Romances, de Música y Poesía Popular.