El ganador del segundo lugar del Concurso de Novela de Editorial Planeta, presentó en Quimera 2013 su novela El aroma de la Luna
Pueblo Mágico de Metepec, México, 12 de Octubre de 2013. Dentro de la parte literaria del Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera 2013, Javier Sunderland presentó su novela El aroma de la Luna, en el Centro Cultural Casa del Diezmo, ante una nutrida concurrencia.
El autor explicó que su novela es un acercamiento a la violencia diaria, a través de una historia policiaca en la que el crimen es sólo el pretexto, y busca provocar una emoción estética, aún dentro de la violencia.
El aroma de la Luna trata de un político venido a menos, que es designado embajador en España, donde es levantado, y ahí se desarrolla la trama. Es una historia central, con cuatro historias satelitales más cortas, que se van intercalando y al final caen juntas en la principal. “Por el esquema que seguí, es una obra que se aparta de de la lectura lineal tradicional y hace muy amena su lectura”, dijo Sunderland.
La presentación del escritor estuvo a cargo de Bertha Balestra, cronista de Metepec, también escritora, quien apuntó que el autor posee una gran calidad y de su trayectoria habla el haber sido ganador del segundo lugar del Concurso de Novela de Editorial Planeta. Aseguró que haber obtenido esta posición es un reconocimiento a su elevado nivel como escritor.
Sunderland, quien a decir de él mismo se hizo “abogado para comer y escritor para vivir”, admitió que ser un escritor reconocido no es fácil, ya que luego de lograr una obra que valga la pena ser leída, lo que sigue es “la visita de las siete casas”, un trabajo arduo, que equivale a andar repartiendo currículums que no han sido solicitados. Y una vez que se logra editar la obra, lo que sigue es más trabajo, para darla a conocer.
Como parte de la presentación, hizo participar en la lectura de fragmentos de su novela a tres parejas del público, haciendo él la parte del narrador, lo que la hizo muy dinámica.
Finalmente recomendó “revalorar lo que tenemos” y dedicar tiempo la lectura. “Hagan un ejercicio —propuso— saquen la cuenta de cuánto tiempo de la vida perdemos viendo anuncios que nos imponen; mejor dediquemos ese tiempo a leer”, por lo que “si quieren conocer universos alternativos, si quieren venir a Madrid conmigo, lean El aroma de la Luna”.